Todos los ámbitos territoriales son imaginarios.
Celtiberia lo es ahora más que nunca, pero en la
Antigüedad fue una koiné cultural, el país de los
celtiberi, los celtas de Iberia, para sus enemigos
romanos. Desde la Edad Media ese territorio
histórico, que cabalga casi siempre sobre la
Cordillera Ibérica, ha ido quedando fragmentado
en diferentes reinos, regiones y provincias. Aragón,
las dos Castillas y La Rioja se reparten ese agujero
demográfico del occidente de Teruel y Zaragoza,
Soria, sureste de Burgos, Segovia oriental y las
serranías de Cuenca y Guadalajara.