Este año, el refugio de La Renclusa ha cumplido
cien años a los pies del Aneto, la cima más elevada
de los Pirineos, en el macizo de Maladetas. A esa
crucial labor de apoyo al montañismo se ha sumado
ahora Cap de Llauset, la más moderna instalación
de la red de refugios guardados de la Federación
Aragonesa de Montañismo.