El castillo de Monzón o la iglesia románica de Cofita han
descubierto algunos de sus elementos patrimoniales que llevaban
ocultos al público durante largo tiempo. El acondicionamiento
de los dormitorios de los monjes guerreros de la fortaleza, desde
donde se accedía al túnel que llegaba hasta el Cinca, o el hallazgo
de unas pinturas murales de época templaria en el citado templo
nos ofrecen la posibilidad de saber algo más sobre la que fue
considerada como la encomienda más próspera de la Orden del
Temple en la Corona de Aragón.