Tras décadas de cierre el castillo abadía de Montearagón abrió sus puertas al público la pasada Semana Santa, culminando un intenso proceso de intervenciones y estudio arqueológico en la que está considerada como una de las más relevantes fortalezas medievales aragonesas, declarada Monumento Nacional en 1931. Un deseado fruto alcanzado gracias a las acciones y aportación de recursos por parte del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), que ostenta la titularidad de la fortaleza, tras años de iniciativas y reivindicaciones impulsadas desde la Asociación de Amigos del Castillo de Montearagón y el Ayuntamiento de Quicena, fundamentalmente.
Otros artículos destacados en la revista 143
Albergues y refugios de montaña Un techo guardado bajo las estrellas Aragón dispone de una amplia red de albergues y refugios de montaña, instalaciones de primera clas...