La ciudad de Teruel es universalmente conocida, tanto por la leyenda de
los Amantes, acrecentada desde hace unos años por la representación de
las «Bodas de Isabel», en las que se recrea el trágico romance entre Diego
de Marcilla e Isabel de Segura, y que durante unos días parece retrotraer
a la localidad a principios de un siglo XIII que marca, además, el inicio
de las construcciones mudéjares repartidas por su casco urbano, y que
constituyen el segundo elemento significativo de Teruel, sobre todo por sus
peculiaridades, que lo han convertido en el icono del arte mudéjar aragonés.