En el otoño de 1808, tras el primer Sitio, conocida en
Madrid la resistencia zaragozana y la destrucción que
asolaba buena parte de la ciudad, dos artistas de la Corte
viajaron a Zaragoza con el propósito de conocer a los
protagonistas de la batalla, de averiguar de primera
mano de qué manera se desarrollaron los combates, y de
conocer el estado ruinoso en el que habían quedado
algunos de los principales edificios de la ciudad. Estos
artistas eran José Gálvez, un castellano de Mora,
afamado retratista, y Fernando Brambila, un lombardo
de Bérgamo, reconocido experto en el dibujo de paisajes
arquitectónicos.