Además de centro turístico de primer
orden, segunda residencia de numerosos
aragoneses, navarros y vascos, entre otras
procedencias, Jaca es parada habitual
y campamento base de quienes buscan
el disfrute de adentrarse en los valles
pirenaicos. Pero esta Jaca monumental
y acogedora es también el centro de una
variada red de caminos señalizados que
permiten practicar el senderismo desde
la misma ciudad.