Paisaje y medio ambiente son dos conceptos trascendentes en la
construcción de la imagen antropológica del Ebro: el río convertido
en un espacio dinámico y heterogéneo con vocación integradora. El
Camino Natural del Ebro trenza ambos mundos, el natural y el cultural, el río y sus biotopos y la experiencia, genuinamente humana, de idear y recorrer un camino. El Ebro, tras dejar atrás la ciudad de Zaragoza, avanza a lo largo de esta etapa por La Cartuja Baja y El Burgo de Ebro, atravesando la reserva natural de los Galachos de La Alfranca, Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro, bello espacio natural de ribera amparado por diversas figuras de protección.