El pueblo conserva su trama urbana del siglo XIII con muy pocas
alteraciones, por lo que está reconocido como Bien de Interés
Cultural en la categoría de Conjunto Histórico. Sobre el caserío, el
castillo sobresale por sus contundentes volúmenes, las vistas que
ofrece y su estado de conservación. Hasta tres portales forman
también parte del recinto defensivo de la localidad. El ayuntamiento,
obra de los siglos XIV y XV, es uno de los pocos edificios civiles
góticos que se conservan en Aragón. Junto con los atractivos
ejemplos de arquitectura tradicional que se reparten por el pueblo,
destacan también la iglesia de la Purificación, barroca, y el antiguo
hospital de Santa María de Gracia, del siglo XV. En su entorno están
las ermitas de San Bernabé y Santa Bárbara, y la hermosa cascada del
Arquero, además de numerosas masías.