Los entornos próximos a nuestras ciudades
y núcleos más poblados ofrecen suficientes
atractivos como para recorrerlos andando o en
bici, como una saludable forma de contrarrestar
una rutina diaria que, a menudo, se nos acelera,
escapándose de nuestras manos. Ralentizar
ese ritmo populoso y atender a esas envolturas
suburbanas y agrícolas es descubrir lo cerca que
está aquello que de verdad importa.