La travesía alrededor de la segunda cima más alta de los Pirineos, Llardana o Posets (3.369 m), permite contemplar todas las caras y laderas de este colosal macizo que es coprotagonista de excepción del Parque Natural Posets-Maladeta. Tres intensas jornadas bastan para dar la vuelta completa, siempre por senderos señalizados, pero con las dificultades consustanciales de la alta montaña.