Los monjes guerreros de las órdenes del Temple, Hospital, Calatrava,
Santiago, Monte Gaudio, Militia Christi de Monreal y Selva Mayor fueron
protagonistas esenciales de la conquista cristiana de Teruel y de la posterior administración del territorio. Presentes durante setecientos años en
la provincia, su huella está patente en infinidad de edificios, entre los que
destacan numerosas fortalezas.